CAPÍTULO IV.
Lectura Crítica en la Internet.
¿Cómo se puede ser un usuario crítico de la información disponible en la internet? Ciertamente los expertos dicen que el usuario puede basarse en algunos métodos para buscar y seleccionar la información idónea, métodos como: utilizar buscadores especializados que nos indiquen qué páginas son las más visitadas (cosa que no considero sea tanto de fiar, porque no es lo mismo que una página sea la más veraz o importante que la más popular-lo popular muchas veces no implica calidad-); otro tip es considerar la dirección electrónica o URL (Localizador Uniforme de Recursos) el cual nos indica qué tipo de página estamos consultando así como la organización que hace y respalda la publicación (.com, .edu., etc.); otro método es haber recibido la recomendación de viva voz de alguna persona la cual la consideramos honesta y que cuenta con una buena reputación por ser una persona culta, estudiosa y conocedora del buen saber, y bajo este tenor confiar en las páginas que nos recomiende; otra manera más sería la de ser un usuario que haya invertido, durante ya mucho tiempo, horas a la búsqueda de información en la red y haberse así convertido en un experto en la búsqueda de información.
Aún así, utilizando cualquiera de estos métodos, es demasiado difícil saber qué información es 100% confiable y fidedigna. Todo es relativo, nada es absoluto.
Así pues, uno de los grandes retos para la educación del siglo XXI, son las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC´s), las cuales representan nuevos modos de expresión, y por tanto, nuevos modelos de participación y recreación cultural sobre la base de un nuevo concepto de alfabetización. La clave está en establecer su sentido y aportación en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
De todo esto se puede decir que “Toda tecnología no es buena ni mala, todo va a depender de cómo, quién y con qué fines se les usa”.
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